“… El sol cae
suavemente, entregando sus destellos dorados que se intercalan con las luces
rojizas de la ciudad y los colores azules y verdes del río; el ambiente se
torna tenue, con el sonido grave de un violonchelo que llora el sin sabor de la
partida de alguien que con toda seguridad amó. El frío del invierno que aún no
termina, es penetrante e incita a buscar el calor de esa persona maravillosa
que tiene a su lado. Se espera ansiosamente con calma y los minutos corren
lentamente, permitiendo disfrutar el momento en aquella ciudad lejana,
maravillosa y llena de historia. De pronto a lo lejos y sin pensar se ve por
fin el reflejo de las luces que iluminan la majestuosidad del símbolo de
Francia, la torre Eiffel…”
Para muchos tal vez
la idea de una cita romántica está asociada a lugares tan esplendorosos como
París o tal vez Venecia, por los múltiples cuentos de hadas e historias
enmarcadas en estos sitios deslumbrantes; sin embargo se olvidan que la magia de
los momentos se construye de forma única e irrepetible de acuerdo a cada
individuo.
El problema de los
seres humanos es que siempre estamos imaginando y deseando lo que no podemos
tener y con esto no quiero decir que debamos volvernos conformistas o que no
podamos lograr lo que nos proponemos, nada de eso, es sólo que no debemos
sufrir por lo que no podemos hacer, sino tener grandes sueños y luchar para
conseguirlos, pero sin sufrimiento. Dios nos da exactamente lo que cada uno
merecemos, entonces trabaje en ofrecer acciones que le permitan merecer lo que
desea. Y para no desenfocarnos del tema, con toda esta teoría filosófica, mi punto
es que una cita romántica puede ser tan romántica como usted lo desee, este
ubicado en París, NY o la sala de su casa.
El conocimiento de
usted misma es el punto de partida; descubra los espacios, sonidos, olores y
sabores que la motiven, sin descuidar los gustos de su pareja. Atrévase y deje de lado el
convencionalismo, sedúzcalo y enamórelo como nunca, haga todo aquello que jamás
imagino, recuerde que si usted no lo hace alguien más lo hará. No se cohíba,
pero tampoco haga cosas con las que no se siente cómoda, no olvide como siempre
que lo más importante es que se sienta realmente feliz, finalmente la idea de
esta cita romántica que tiene en su cabeza es sólo suya, sólo tiene que hacerla
realidad.
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